¿Se han enterado? Tiene una importancia capital y apenas ha sido publicado
El pasado martes el parlamento europeo aprobaba una directiva para imponer la eficiencia energética a edificios. Desde España a Hungría, todos los países miembros independientemente de la situación económica de sus familias tendrán que llevar a cabo una serie de reformas para cumplir lo acordado para esta década. Todo ello recordemos, votado por unos europarlamentarios cuyos salarios no están sujetos a ningún tipo de impuesto. Por lo que una vez más la clase política no tendrá ningún beneficio si aciertan ni ningún castigo si fallan.
Esta legislación demuestra la desconexión de los legisladores con la realidad actual. Esta directiva afecta por igual a todos los países, de Alemania a Bulgaria, ya sean áreas rurales o núcleos urbanos, la edificación sea nueva o ya existente, siendo el objeto de éste su uso residencial o no. La publicación de esta ley se enmarca en la corriente de la agenda 2030 cuyas consecuencias estamos sufriendo al pagar el doble en la compra (eso sí, todo ecológico) el triple por la luz (con certificado de que la energía es limpia) o tengamos que comprar un coche eléctrico si queremos circular por una ciudad (el de más de 100.000€ de dos toneladas de gasolina con 600 caballos que lleva una pila de 48 voltios también vale).
Ahora se va a obligar a empresas y familias a realizar las reformas pertinentes en los edificios para hacerlos ecosostenibles y resilientes. Se prohíbe todo tipo de calderas contaminantes (gas natural, butano, diésel, madera, carbón…) para antes de 2035. De cara a 2050 todos los edificios tendrán que ser 0 emisiones, con especial énfasis en la instalación de paneles solares. Sobre nuevas construcciones, a partir del 2026 los edificios públicos y del 2028 el resto, deben ser 0 emisiones o consumo neto casi nulo prohibiéndose tácitamente desde ese año la instalación de toda caldera alimentada con combustibles fósiles.
Y la gran pregunta es: ¿qué sucede con los edificios ya existentes? Pues, para empezar, quienes realicen “reformas de calado” deberán cumplir los requisitos de los edificios nuevos. Lo cual desincentivará hacer reformas importantes para no tener que asumir el sobrecoste en la citada obligatoria adecuación del edificio a la eficiencia energética. Se dan una serie de plazos para gastar en reformas de cara a mejorar la calificación energéticas (cambiar ventanas, aislamientos, techos y por supuesto sustituir toda caldera alimentada con combustible fósil).
Para edificios nuevos o reformados se harán obligatorios dispositivos de autorregulación de temperatura separada por espacios así como medición y control de la calidad ambiental (CO2, humedad, temperatura, renovación del aire, etc.). Y respecto a placas solares en 2025 serán obligatorios para los edificios no residenciales nuevos, antes de 2027 para los públicos y todos los no residenciales y para antes de 2030 todos los residenciales y aparcamiento. Toca derrama.
Respecto a movilidad sostenible, en todos los edificios no residenciales (empresas, oficinas) nuevos o reformados con más de 5 plazas de aparcamiento tendrá que haber: I) un punto de recarga cada 5 plazas, o 1 de cada 2 plazas en caso de oficinas, II) precableado realizado en TODAS las plazas con cálculo de tensión preparado para uso simultáneo y III) plazas de bicicletas por al menos un 15% de la capacidad total. En los edificios no residenciales ya existentes con más de 20 plazas: I) un punto de carga cada 20 plazas, II) 15% de plazas de vicios y III) en edificios públicos precableados en 1 de cada 2 plazas. A despilfarrar.
Existen muchos más puntos más técnicos en ésta directiva pero vienen a comentar lo mismo…que el sector público y el privado van a tener que soltar la talegada para “adecuar” los inmuebles a la nueva realidad de la agenda 2030. Es cuanto menos notorio que las comunidades de propietarios ya tuvieron que realizar un desembolso importante este invierno para pagar la energía y eso a pesar de que las temperaturas han sido suaves. Pues a la inflación galopante que tenemos actualmente parece que todavía se puede sangrar más al ciudadano con la excusa de la eco-sostenibilidad.
Para terminar, simplemente he de recordar que Europa tiene unos 450 millones de habitantes lo que constituye sobre un 9% de la población total. Tan solo el continente asiático constituye un 60% de la población mundial, sumando entre China (1.395 millones de personas) e India (1.429 millones de personas) un 37% de la población mundial. Todos estos datos vienen a poner de manifiesto que por muchos esfuerzos que haga Europa en ser verde, existen otros países que no van a cambiar su estilo de vida ni sus gobiernos están penalizando a sus empresas por contaminar. Vivimos en el mismo planeta y Europa está haciendo que otros continentes puedan arbitrar sus productos, más baratos por la ausencia de normas medioambientales, para luego importar esos productos destruyendo el mercado local que si tiene que sufrir las rígidas normas medioambientales europeas.
Por Víctor Muñoz