Cuando en Febrero de 2019 Albert Rivera decidió vetar a Sánchez por sorpresa y de espaldas a las bases muchos nos echamos las manos a la cabeza pero pocos de los dirigentes que lo acompañaban alzaron la voz.
Las consecuencias de todo aquello nos ha traído hasta aquí innumerables episodios malos de vender y que cada vez interesan a menos.
La marcha de Albert y algunos de sus más estrechos apoyos no significó necesariamente un cambio de rumbo. No olvidemos que toda la estructura estaba hecha a imagen y semejanza.
En 2020 muchos nos involucramos en el fracasado cambio de rumbo de la nave en torno al movimiento interno “Ciudadanos Eres Tú” que encabezó Francisco Igea.
Se proponía una apertura del partido, acabar con el cesarismo y dotarnos de un pragmatismo del que no hacíamos gala.
Las palmaditas de Inés, entonces, a Igea en un acto en Valladolid me recuerdan mucho a la advertencia que le hizo a Edmundo hace unos días para que se aparte.
En cuanto la amenaza de abandonar Ciudadanos de Begoña Villacís si no manda quien ella quiere solo merece mi silencio.
Hablan de unidad y de cohesión cuando realmente lo que nos piden es sumisión y fe ciega en algo que no va a volver.
Los equilibrios políticos hoy son otros, no podemos quedar anclados en el pasado, en nuestras fobias, y menos irremisiblemente asociados a uno de los bandos.
Es difícil mirar con ilusión hoy cualquier movimiento. ¡El momento fue aquel! … pero.
Si que es cierto que alguien tenía que mover ficha porque de tanto inmovilismo ya no sabíamos si respirábamos.
¡Ese motero izquierdista … dicen algunos!
En fin, que es un valiente ante una situación imposible y ante quienes no quieren que nada cambie.
… claro que “Imposible es solo una opinión”, y de morir que al menos sea en una Harley.
Por Javier de la Fuente Lago