Hace muchos años, cuando estaba ocupado en foros de opinión sobre las pensiones y otras protecciones, tuve muchas discusiones en defensa de la mochila austriaca por cuanto dotaba de máxima libertad para empresario y trabajador sin perder cobertura de protección.
Hoy ya me convencí que pelear con imposibles no te lleva a ningún lado. Austria nos queda ciertamente lejos.
Aquí estamos enganchados inexorablemente a un sistema perverso al que hemos dulcificado llamándolo de solidaridad intergeneracional. Esa solidaridad la determina en cada momento el político de turno.
No somos dueños de nuestro futuro y nadie quiere afrontar la realidad de un sistema que tiende a la quiebra.
Me cuesta explicarles a mis hijos que hay que defender las cotizaciones para asegurar su futuro viendo tanta irresponsabilidad sobre el asunto en los grandes partidos.
Entiendo que no es problema menor enfrentarte a tus votantes para contarles la verdad, pero peor será mañana.
Es difícil no ser pesimista en este asunto, y no porque no haya caminos, sino porque no se coge ninguno.
Cualquier salida será dolorosa, la cuestión es si modulamos ese dolor o dejamos que reviente el tumor.
Somos latinos y no acostumbramos a anticiparnos. Es más sencillo echarle la culpa al de enfrente y continuar la fiesta … hasta que el cuerpo aguante.
Llevamos ya demasiados años calmando con caramelos las frustraciones de toda la población en lugar de afrontar en profundidad los problemas estructurales que padecemos.
Miren alrededor y observen: Poca mano de obra disponible con cifras de paro vergonzosas, muy deficiente aprovechamiento del territorio y sus recursos, formando a los mejores para que luego emigren y sumen en el extranjero…
Unos empeñados en que lo paguen los ricos y otros hablando del problema solo en la oposición.
Tendrán que entender que uno se canse y crea profundamente en que tiene que haber otra alternativa a vivir resignados.
Los expertos hablan del 2035 como una fecha final si no se acometen urgentes reformas y aunque yo no soy tan pesimista ya doy por descontado que me jubilaré con menos pensión de la prevista según mi cotización.
La cuestión es si esto lo veo yo solo y si estamos preparados a nivel individual para el lio monumental que se va a armar aquí.
¡Merecemos que nos digan la verdad! … y seguro que entonces aparecerá alguna luz.
Por Javier de la Fuente Lago