Mientras el gobierno central promueve la movilidad por toda España, el norte de Galicia mantiene una ruta férrea (Ferrol a Coruña) inaugurada en 1913, y que nunca ha ofrecido un servicio continuado.
Sigue Ferrol en su tendencia depresiva, camino de la completa desaparición, a la espera de que surja una iniciativa política similar a otras de la España vaciada (como las de Teruel, Soria o Extremadura).
Quizá entonces alguien tenga la ocurrencia de poner en uso una infraestructura que fue olvidada el día siguiente de su inauguración por el rey Alfonso XIII y su madre, la reina regente.
Dicen las crónicas que las autoridades reales se quedaron maravillados por el paisaje divisado desde los vagones, no en vano, recorre un tramo de las rías altas y además del verde arbolado característico de Galicia, el mar ofrecía una vista única.
Quizá podría incorporar esta ruta, la Dirección Xeral de Turismo, a la oferta de trenes turísticos que cubren otras zonas de Galicia.
¿O la Xunta también tiene a Ferrol olvidado?
Por Javier Rodríguez Losada