Ascega Hoy

¿Imprescindibles?

En muchos proyectos políticos de éxito los objetivos y la conformación de equipos suelen tener un catalizador que fue capaz de obrar el milagro de conjuntar intereses particulares en favor del interés del colectivo.

Que los proyectos sobrevivan a las personas debiera ser lo normal, y sin embargo no es lo frecuente.

Si queremos que las obras trasciendan no debemos olvidar una estrategia para su supervivencia.

Lo primero que debemos tener en cuenta es si la supervivencia es en si mismo un objetivo.

Lo segundo es si los artífices del proyecto están dispuestos a permitirla, y si acaso a facilitarla de modo proactivo.

Lo tercero sería todo ese conjunto de cosas que normalizan una transición.

Lo cuarto sería una conjunción de suerte y bien hacer para acertar con los relevos.

Un error muy típico es dar por hecho el relevo a lo cercano sin explorar otras alternativas.

Otro es querer vincular el momento del relevo a la conveniencia del líder mas que al momento oportuno del que te ha de relevar.

Y un tercero es hacer desertar a quien puede guiar sin tener preparado un relevo solvente.

Lo auténticamente relevante es dotarnos de esa conciencia que nos permita trascender mas allá de la duración de las personas.

Todos somos finitos y debiéramos por tanto no atrincherarnos en posiciones que impidan la renovación permanente.

Ser prescindibles, ser flexibles o ser tolerantes no se encuentran en los manuales de liderazgo clásico, y sin embargo es probable que dote de mucha más longevidad a las organizaciones.

Parece evidente que hoy somos más del espectáculo, del tweet rápido, de los datos demoscópicos: “Vive rápido, muere aprisa, y serás un bonito cadáver” … y así nos va.

Tenemos la galería llena de imprescindibles que se vinieron arriba y que hicieron explosionar sus organizaciones, llevándose por delante las posibles soluciones para muchos.

El “tomar el cielo al asalto” o “el imposible es solo una opinión” son solo dos ejemplos de mensajes creados por el marketing para crear un espejismo.

Hacer política como si no hubiese un mañana nos lleva a eso mismo … y luego solo queda la frustración.

El cesarismo genera una falsa imagen de fortaleza a costa de vaciar las organizaciones de referentes. El devenir de la organización queda solo pendiente, entonces, de la longevidad de los “Imprescindibles”

¡Y vuelta a empezar!

Por Javier de la Fuente Lago

 

 

 

 

 

 

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