Luis XVI transformó el pañuelo de unos soldados croatas en la corbata; en adelante, quien la luciera demostraba progreso, cultura y finura.
Quien nos iba a decir siglos más tarde que esa prenda volvería a estar de moda gracias a la idea de un presidente de gobierno que en aras de reducir el consumo energético, nos aconseja eliminar su utilización.
El ‘sincorbatismo’ lo intentó el exministro de Industria Miguel Sebastián, que pidió a los diputados acudir al Congreso sin corbata para que se pudiera subir algún grado el aire acondicionado y ahorrar energía.
La idea de Sebastián, provocó las críticas del entonces presidente de la Cámara, José Bono, como Luis XVI, denunció que la medida atentaba contra el decoro que exigía la actividad parlamentaria.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez aconsejado por sus 383 asesores, (récord mundial y último dato conocido), han vuelto a poner de moda el ‘sincorbatismo’ y con esta medida “ecologista”, pretende como el mismo ha confesado “darle la vuelta a las encuestas” que anuncian un gran retroceso del PSOE.
Al asistir a una conferencia de prensa vestido con traje azul y camisa blanca abierta al cuello, Sánchez dijo que no se trataba de vestir un tanto informal por ser viernes, sino para reducir el consumo de energía, aunque no explicó la relación entre la corbata —o la falta de ella— y el ahorro de energía.
“Me gustaría que vieran que no llevo corbata. Eso significa que podemos todos también ahorrar desde el punto de vista energético”, aseguró el presidente en una conferencia de prensa convocada para presentar un resumen de la gestión anual de su gobierno.
Dijo que exhortó a sus ministros y funcionarios a prescindir de la prenda “cuando no sea necesario”.
Todo esto lo anunció minutos antes de trasladarse en un helicóptero Puma, de gran despliegue de combustible, para recorrer los poco más de 20 kilómetros que existen entre Moncloa y Torrejón de Ardoz.
Con la carretera despejada y el flamante Audi con chófer siempre a su disposición, hizo aún más sonrojante su propuesta.
Luego tomó su Falcon y voló a los Balcanes en dónde sí utilizó la dichosa corbata.
De cualquier forma, nos tendríamos que preguntar cómo podrán colaborar aquellos ciudadanos que nunca utilizaron corbata y que arden en deseos de poder ayudar a un gobierno que tiene el mayor consejo de ministros de Europa y más de 850 asesores que se verán incrementados con los nuevos “inspectores” que controlarán el cumplimiento de los valores de calefacción y aire acondicionado.
Tal vez, no lo sé, también se cree el puesto de inspector-vigilante para comprobar si los ciudadanos se han quitado la corbata.
Yo el otro día y en mi página me la he quitado en vivo y en directo.
Ni Putín, ni su guerra, ni el cambio climático….la culpa es de la corbata.
Seamos patriotas…Todo sea por Pedro y sus asesores.
Por Juan José Lojo Fandiño