Ascega Hoy

Carlos Herrera, ese es el camino

Al margen de cualquier tipo de consideración de carácter afectivo y familiar, sostengo, y considero que con criterios suficientemente objetivos, que Carlos Herrera es el mejor comunicador que tenemos en España

Su trayectoria profesional así lo acredita y avala.

Pero hoy no quiero poner el foco en su faceta periodística sino en otra relacionada con su grandeza en cuanto al factor humano.

Quienes tienen el placer de escucharlo a través de las ondas ya lo intuyen.

Quienes tenemos el honor de conocerle, lo aseveramos sin ningún tipo de dudas.

Carlos Herrera es un grande en todos los sentidos.

Lo que me lleva en esta ocasión a hacerme eco de la persona, más que del personaje, en esta sección, es la prescripción que Herrera viene haciendo de los Caminos de Santiago.

E incido en el matiz del plural porque tiene una importancia determinante.

Desde hace 14 años el periodista se traslada puntualmente a Galicia para recorrer, y al tiempo compartir con sus millones de seguidores, diversos tramos de diversas rutas jacobeas.

Este año, por ejemplo, su inquietud le ha llevada a descubrir la variante del Padre Sarmiento, que discurre desde Poio hasta Sanxenxo para después remontar la ría de Arousa por su litoral sur.

En otras ocasiones, Herrera ha realizado el camino Primitivo o el Portugués…, siempre con ese afán de conocer y dar a conocer itinerarios jacobeos alternativos a los que suelen ser más recurrentes y a los que, especialmente en verano, están más masificados.

Esa es la gran labor de Carlos Herrera, el descubrir, prescribir y poner en valor esas variantes menos conocidas o populares y lo que en ellas se va encontrando.

Siempre negocios de iniciativa privada, en muchos casos herederos de una larga tradición familiar, y que se han caracterizado por su afán por mantener la excelencia.

A veces es un restaurante, a veces un hotelito, en ocasiones una tienda.

Herrera se detiene a su paso, sabedor del mucho trabajo que hay detrás de cada uno de esos negocios, convive afable con sus propietarios, habla y goza con ellos y, después, traslada sus impresiones y sus sensaciones a través de sus redes sociales. Con el enorme poder de difusión que ello conlleva.

Ese, el que propone, realiza y ejemplifica Carlos Herrera, y no otro, es el camino a seguir si queremos promocionar como corresponde y como merecen nuestros Caminos de Santiago.

Con esa implicación, con ese respeto, con ese interés, con ese compromiso, con ese nivel de fascinación y, por que no, con ese orgullo, también.

Es por ello que me parece justo reconocérselo públicamente.

Ya lo hizo la Xunta hace unos meses cuando lo nombró embajador de honor del Camino de Santiago.

Si bien,  yo creo que lo propio por sus merecimientos,  sería reconocérselo con una Medalla de Galicia.

Confío en que llegue el día en que así sea.

Por José Luís Vilanova

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