Parece ya contrastado el ritmo acelerado de cambio climático al que nos vemos abocados. El planeta estuvo siempre en permanente cambio, si bien ahora ocurre de un modo más acelerado por la acción del propio hombre.
Nuestros ancestros tuvieron que ir adaptándose al medio que les tocó vivir y en muchas ocasiones buscar nuevos asentamientos allá donde las condiciones eran mas propicias.
Y en esas estamos, es por esto que a lugares como Galicia se nos presenta el problema como una oportunidad si sabemos leer lo que nos viene y estamos dispuestos a anticiparnos.
A nadie se le escapa que tenemos unas tierras muy fértiles, un clima templado y una pluviosidad mas que aceptable. Nuestros mas de mil kilómetros de costa, casi todos ellos abrigados hacia el Atlántico, nos convierten en privilegiados.
Durante siglos Galicia fue la región más densamente poblada del territorio español, lejos de la situación actual.
La emigración masiva del siglo XIX y la caída de la natalidad actual unida a la poca emigración que hemos recibido en las últimas décadas nos ha ido relegando. Pero todo esto puede empezar a cambiar.
La creciente demanda e interés por nuestra tierra nos debe activar en la dirección porque si queremos revertir el declive demográfico que padecemos debemos crear las condiciones para que esto sea posible.
La gestión adecuada del territorio, su ordenación y simplificación, aceptando que tendremos que abrir la mano allá donde sea posible. La gestión y aprovechamiento de nuevas fuentes de energía propias. Planificar múltiples muevas estructuras hídricas de almacenamiento. Todo apunta a que el agua será el factor clave en el futuro.
Hablar de Galicia como zona vaciada me suena extraño y poco exacto pero si que es cierto que el cambio climático que azota de manera severa a buena parte de España puede ser una oportunidad para captar mucho capital humano.
Desconozco si alguien arriba está contemplando esta posibilidad . En mi opinión la inmigración ordenada y la puesta en valor de nuestro rico territorio, hoy mayoritariamente abandonado, puede ser una oportunidad.
Primero tendremos que ser capaces de verlo. ¡Non si!
Por Javier de la Fuente Lago