Ascega Hoy

Permiso para vivir, permiso para morir

La maldita manía de comparar por comparar, para crear apariencia de razón sobre cuestiones aparentemente similares pero radicalmente distintas y opuestas.

Un artículo de opinión de Delachiesa

Hace unos días un diario local publicaba una entrevista al director de una asociación pro vida, en la que éste exponía su crítica a la nueva ley de eutanasia, aduciendo que lo que había que hacer era mejorar los cuidados paliativos y no facilitar – en condiciones legales – la muerte decidida voluntariamente, bajo ciertos supuestos legales tasados y en condiciones de protección de un uso indebido de dicha práctica ( consentimiento reconfirmado, informes médicos que avalen la situación terminal e irreversible del paciente, etc.).

La pregunta como en tantas otras cuestiones (como el aborto por ejemplo) es,  que tendrá que ver una cosa con otra.

La cuestión es que quien quiera seguir “viviendo“ bajo el paraguas de los cuidados paliativos ( es decir las drogas en román paladino ), que lo haga ( el sistema ya provee esa solución técnica y si ha de mejorarse que se mejore, nadie está en contra ), pero quien quiera no pasar por ahí , que tenga un cauce legal para dejar de sufrir y en su caso que deje de sufrir su familia, sin tener que acudir a la técnica del suicidio ilegal, sea asistido o no ( que es la práctica más que habitual que desde hace años se viene practicando no oficialmente) .

Suicidios ilegales por otra parte (no por cuestiones de salud física terminal ), hay todos los días, de hecho es la causa que ocupa el primer lugar en la estadística de fallecimientos  y creciendo,  y nadie parece prestar atención a este dato, sirva como ejemplo que el único hospital público realmente especializado en suicidios, se encuentra en Galicia, concretamente en Orense.

Lo de los cuidados paliativos tiene otra vertiente, el coste sanitario (es decir el beneficio de las farmacéuticas).

Sin querer polemizar sobre el asunto, dado que en mi opinión no hay tal polémica empíricamente hablando, sino más bien un falso alegato intelectual a las cuestiones de la moral de quienes confunden la libertad del individuo con una premisa moral que se quiere imponer a otros individuos; la cuestión es que en una sociedad laicista , la existencia de ambas opciones no debe confrontarse, dado que : nadie debería morir si no quiere ( tenga cuidados paliativos a su disposición, o sea sufridor por razones de moral ) y de hecho a día de hoy esto es así, pero tampoco quien bajo determinados supuestos legales tasados (tendentes a garantizar que quitarse de en medio es una decisión voluntaria bajo ciertos supuestos), debería vivir drogado en una agonía vital no deseada (voluntaria e individualmente)  o determinada por la moral personal de otros, a los que en realidad, no nos engañemos, les es menos que nada  la muerte de un ser humano que no sea su familia o amigos, sea cual sea la causa de ésta.  Como mucho,  lo que da un telediario.

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